Que nos traerá el tiempo, para nuestro cultivo.

Por Miguel Gimeno.


El Dios “EOLO”, el rey de los vientos, como lo llamaban en la antigua Grecia, es bien conocido y temido por marineros y agricultores cuyas fortunas dependían del baibén continuo del clima. Afañábanse pues en pronosticar, cuanta mayor exactitud menor pobreza para el mañana. Pero el viento, no es sólo símbolo de mal, no puede ser el mal cuando es uno de los cuatro elementos de la naturaleza, uno de los cuatro formadores del sistema.
El viento es símbolo de renovación, ¿quién no conoce la expresión “con aires nuevos” que hace referencia al cambio?. También es símbolo de pureza, pulcritud, limpieza,…, quién no a dejado ropa ahumada por el humo de la fragua al abrigo de la noche para que se “oreara”. A parte del mundo espitirual, que se que hay muchas personas que discrepan de ello, en el mundo de las plantas es la que esparce y disemina el polen de las plantas y árboles que terminarán por polinizarse dando lugar a nuevas generaciones; también es fuente de causa del crecimiento de tallos más fuertes y resistentes, produciendo plantas más lozanas y vivas. Pero cuidado, un exceso de tal fuente vital también puede ser mal compañero. En plantas grandes he podido ver, por desgracia, como en un día de fuertes ventoleras se ha perdido casi una tercera parte de la cosecha, más o menos, al ser desgarradas las ramas más grandes y productivas, ya que son las que más pesan. Peor son los días de fuertes lluvias con viento, pues aumentan todavía más el peso de las plantas poniendo en peligro la resistencia de las ramas de la planta, se de gente que ha perdido plantas por completo tras una fuerte tormenta de agua y aire. Un buen remedio conocido por todos es el de entutorar las plantas con tutores lo mas resistentes posibles, al tiempo que fijaremos con cuerdas el tutor para darle mayor estabilidad.

El viento también provoca una acción de desgaste en las plantas, les causa deshidratación, debido a la fuerte evapotranspiración que provoca en las mismas. Los días que se prevean de fuertes vientos, y más si éstos provienen del sur, es aconsejable regar el vergel a primera hora del día. Si se llegan a deshidratar las plantas pueden romperse también las ramas al no presentar éstas ninguna resistencia al viento, al tiempo de romper la humedad constante del suelo de cultivo, lo que merma la capacidad paulatinamente de retención hídrica del substrato. Otro factor a tener en cuenta es la proximidad de otras plantas, muros, setos, etc…, pues el aire sacude las plantas y aquellas ramas que se hallan más cercanas a muros y demás pueden presentar síntomas de rozamiento con la consecuente pérdida de producción.

Ahora bien, algo que también nos importe es lo que transporta el viento, aquello que contiene nuestra atmósfera y que la energía del viento traslada en incesante viaje por los recónditos rincones del planeta. Actualmente se conoce con bastante exactitud la composición del aire:

-Componentes fundamentales: nitrógeno (78,1%) y el oxígeno (20,9%)y vapor de agua %(varia entre 0-7%)

-Componentes secundarios: gases nobles y dióxido de carbono (1%).

-Contaminantes: Monóxido de Nitrógeno, dióxido de carbono, metano, dióxido de azufre, dióxido de Nitrógeno, amoniaco y monóxido de carbono.

-Componentes universales: agua (en sus 3 estados) y polvo atmosférico (humo, sal, arena fina, cenizas, esporas, polen, microorganismos, etc.).

Componentes fundamentales.

El Nitrógeno atmosférico, en estaso gaseoso, está compuesto de dos átomos de N unidos, el N2 es un gas inerte, y se necesita una gran aporte de energía para poder romper este enlace y combinarlo así con otros elementos como el carbono y el oxígeno. Esta ruptura de enlace puede hacerse por dos mecanismos distintos:

– La primera forma de fijación del N es mediante descargas eléctricas y la fijación fotoquímica, que suministran suficiente energía para poder romper la unión del N y unirse a otros tres atomos de Oxígeno para formar el anión nitrato (NO3-). Similar a este procedimiento es el que se siguen en las plantas productoras de fertilizantes químicos de síntesis.

-La segunda forma de fijación del N es llevada a cabo por ciertas bacterias que usan enzimas especiales en lugar de luz solar o de descargas eléctricas. Entre estas bacterias cabe destacar aquellas que pueden vivir libres en el suelo, ó las que viven en simbiosis con raíces de ciertas plantas (Leguminosas) y las cianobacterias fotosintéticas (las antiguas “algas verde-azuladas”) que viven libres en el agua, dato que no es relevante para nuestro cultivo. Las tres fijan N, tanto como nitratos (NO3-) o como amonio (NH3). Por eso es importante realizar como cultivos previos al de cannabis cultivos de abonos verdes como habas forrajeras, trébol ó altramuces (entre otros muchos) con la intención de atrapar e incorporar a nuestro suelo de cultivo la mayor cantidad posible del Nitrógeno atmosférico presente en cada momento. Esta técnica reducirá de forma considerable las enmiendas de nuestros suelos de cultivo con abonos nitrogenados, sean los abonos del origen que sean.

Todo el Oxígeno de la atmósfera es biogénico; es decir que ha sido liberado desde el agua mediante la fotosíntesis de los organismo autótrofos. Tuvieron que trancurrir sobre 2 billones de años para que los seres autótrofos (principalmente cianobacterias) pudieran liberar el aproximado 21 % de oxígeno que contiene la atmósfera actual. Entre otros seres que precisan de este gas para su existencia cabe destacar a los microorganismos aerobios, importantes en multitud de procesos edafológicos del suelo, sobre todo en lo procesos de compostaje aeróbico, ayudando a degradar la materia orgánica hasta reducirla a simple humus. Hay que tener en cuenta que la infiltración del Oxígeno en el suelo es inversamente proporcional a la fijación de agua, cuanta más agua menos oxígeno y cuanto más oxígeno menos agua, por lo que hay que mantener un equilibrio constante en nuestros substratos de ambas sustancias oxígeno y agua, ya que si cualquiera de ellas faltara durante un tiempo considerable se produciría la muerte de la planta. También si se desequilibra este estado entre las concentraciones de Oxígeno y Agua también se acorta la vida del substrato en que están sembradas las plantas, por disminuir su capacidad de retener agua y nutrientes. Para evitar todo ello hay que tener un substrato que permita cierta absorción de agua al tiempo que le de impermeabilidad al agua sobrante de tal forma que no permita que se formen encharcamientos en la zona de cultivo, practicar escarificaciones en el suelo de cultivo mejora tanto la aireación como la permeabilidad en mayor profundidad del agua de riego, lo que también evita encharcamientos no deseados.

Las proporciones de Vapor de Agua varían según el punto geográfico de la tierra. Actúa condensando las partículas del polvo atmosférico, pues estas forman núcleo en la condensación de agua y nieve en las nubes. La capacidad del agua como disolvente conlleva a que se formen, junto a los contaminantes presentes en el polvo atmosférico, sustancias como ácidos nítricos y nitroso, sulfúrico y sulfuroso, que forman la llamada lluvia ácida, que a pesar de ser foco de contaminación, también podemos afirmar que aporta a la tierra nutrientes en forma de Amonio, Nitratos y Sulfatos, aunque ya digo su efecto contaminante es tremendamente mayor a su efecto de nutrición del suelo.

Compuestos secundarios.

El gas noble más común en la atmósfera es el argón y no causa efectos apreciables sobre la biología terrestre. Sin embargo las emanaciones de radón que pueden acumularse en los sótanos de las casas, provenientes de depósitos minerales radioactivos, pueden provocar cáncer y otras enfermedades debido a su radiactividad.

En cuanto al CO2 todo el mundo sabe que es el gas que necesitan las plantas para poder respirar y realizar la fotosíntesis y sus procesos metabólicos. El viento es el encargado de reestablecer las concentraciones de gases en la atmósfera, dotando de aire limpido aquellas zonas viciadas, todos los cannabicultores de indoor saben de la necesidad de tener un buen sistema de intracción-extracción-aireación del habitáculo de cultivo, de no hacerlo así se produce un ambiente estanca muy viciado que conlleva problemas de carácter criptogámico (hongos) sobre todo, y disminución del crecimiento por presentar el cultivo concentraciones muy bajas de dióxido de carbono. Algunos cannabicultores incluso instalan sistemas de dispensación extra de CO2 para aumentar la concentración de este gas, y así aumentar la fotosíntesis en las plantas, consiguiendo un incremento en el crecimiento. Esto conlleva un grave peligro, a partir de ciertas concentraciones de dióxido de carbono en el ambiente se puede producir envenenamiento en el ser humano y producirle asfixia celular, pudiendo producir hasta la muerte, ya que produce inoxia (falta de oxígeno en la sangre).

También es conocido la asociación que hay entre las contínuas emanaciones a la atmósfera de este gas y el aumento del efecto invernadero del planeta, y que, evidentemente, plantando cánnabis como cualquier otra planta se reduce el efecto invernadero y se crea más oxígeno, una causa más por la que seguir cultivando nuestras queridas marías y reducir nuestra huella ecológica.

Contaminantes.

A. Contaminantes primarios: son las sustancias que tienen carácter contaminante y son vertidas directamente a la atmósfera desde los focos emisores, tanto natural como antropogénico, y provocan alteraciones en la calidad del aire produciendo lo que se conoce a menudo como contaminación convencional.

Los más frecuentes proceden de la combustión de carburantes fósiles, aunque en estos procesos se emiten otras muchas sustancias: anhídrido carbónico (CO2), óxido de azufre (SO2), monóxido de carbono (CO), óxidos de nitrógeno (NOX), compuestos orgánicos volátiles (COVs), partículas (sedimentables y en suspensión). Estos contaminantes, junto con los humos, componen la lista de los principales contaminantes a la atmósfera que aparecen relacionados en la normativa que regula la materia.

También aparecen los denominados contaminantes especiales, como son: los derivados de azufre y nitrógeno (amoniaco, NH3 y sulfuro de hidrógeno, SH2), halógenos, compuestos orgánicos e inorgánicos, los olores y las partículas radiactivas.

B. Contaminantes secundarios: son el resultado de la interacción química, entre contaminantes primarios o con otros compuestos habituales de la atmósfera, los más importantes son el ácido sulfúrico (H2SO4), ácido nítrico (HNO3), ozono (O3) y peroxiacetilnitrato (PAN). Una ventaja del cannabis frente a otras semillas productoras de nutrientes, proteínas  carbohidratos, etc.., es la capacidad de soportar mayor concentración de ozono (un dato cuanto menos curioso es que la planta de tabaco apenas aguanta concentraciones medias de ozono en aire), y de rayos ultravioletas que cultivos como la soja. Con el tiempo el cáñamo debe tomar el valor alimentario que le corresponde, al ser la segunda semilla agrícola con mayor valor nutritivo tras la citada semilla de soja.

Componentes universales.

Los efectos del componente universal agua en los cultivos los podemos dar por resumidos cuando ya hablamos del vapor de agua.

Como ya hemos dicho las lluvias y la nieve contienen elementos en forma de partículas disueltas que pueden incluir cantidades importantes de sustancias como azufre, nitrógeno, cloro, fósforo, potasio, calcio y magnesio. Las deposiciones de nutrientes desde la atmósfera ocurren a través de tres procesos: (a) deposiciones húmedas o adiciones contenidas en las lluvias o en la nieve; (b) deposiciones secas o adiciones directas de partículas atmosféricas o gases sobre la superficie del suelo (también sobre superficies de agua o de la vegetación); y (c) deposiciones nubosas, que corresponden al ingreso de pequeñas gotas de agua no precipitada.

Rangos de aportes de nutrientes provenientes de la atmósfera en ecosistemas rurales y forestales:

Elemento. Aportes (kg/ha/año). Precipitaciones Aerosoles y polvo.

K 0.5 – 20.0                                  4.0 – 6.0

Ca 1.0 – 20.0                                  4.0 – 6.0

Mg 0.5 – 20.0                                  0.5 – 2.0

N 1.0 – 20.0                                  0 – 4.0

P 0.1 – 2.3                                     0 – 0.2

Na 0.02 – 0.03

Cl 0.04 – 0.06

Fe 0.002

Pb 0.0003

Fuente: Diversos autores

Podríamos definir como un efecto negativo para los cannabicultores la capacidad de transporte del viento del polvo atmosférico. El polvo atmosférico está formado por las partículas finas de sustancias orgánicas e inorgánicas que se hallan en suspensión en la atmósfera terrestre, llamadas partículas en suspensión o aerosoles. Y aunque no lo creamos las mayores emisoras de estas partículas son las áreas desérticas, superando con creces a otras fuentes como fuegos, erupciones volcánicas o emisiones relacionadas con las propias actividades antropogénicas. Las partículas en suspensión pueden ser por tanto fibras animales o vegetales, polen, sílice, bacterias y moho, en ciudades además hay presente un elevado número de partículas de humo y de hollín, y en las zonas industrializadas los niveles de concentración pueden resultar de unos cuantos millones por centímetro cúbico, mientras que por ejemplo en medio de un océano o en montañas altas puede ser de apenas unos pocos cientos de miles. Las partículas en suspensión pueden permanecer en el aire duranta largos período de tiempo, así como recorrer distancias kilométricas, vamos que la contaminación de aquí, puede ir a parar a la más hermosa de las selvas.

En marihuana un factor muy nefasto para los cannabicultores son las contaminaciones por pólenes transportados por el viento a distrancias kilométricas, cuando se trata de grandes extensiones de cultivo donde no se han seguidos métodos de polinización semicontrolada, como es el caso de algunos cultivadores de Málaga, Almería y Cádiz, que ven como sus cultivos son polinizados por los cultivos de Kiff (variedad rifeña) desde Marruecos. Los mismo sucede en las zonas de España donde se cultiva cáñamo industrial, los cannabicultores límitrofes a este tipo de cultivos padecen devastadoras polinizaciones cada año. Las probabilidades de sufrir polinizaciones no deseadas aumentan los días en los que el viento seco sopla con fuerza, por el contrario en los días de excesiva humedad ambiental es casi imposible poder sufrir polinización alguna (el polen de destruye con la humedad, algo que hay que tener en cuenta si queremos guardar polen para producir semillas, en lugar seco y muy fresco, ya que el calor es otro factor negativo para la conservación de polen de fecundación).

Solo queda decir que el mejor aliado para todo cannabicultor contra lo que el viento nos traerá el día de mañana es el vigor genético de nuestros cultivos. Mejorar nuestras genéticas ante adversidades que puedan llegar, las plantas sanas responden mejor y más contundentemente ante diversas adversidades ambientales. Cultiva al natural y todo será ….. ¡mucho más natural!.

Por Miguel Gimeno

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